¿Y a ti que te hace feliz?

Recientemente leí un post que terminaba con un “¿y a ti que te hace feliz?” lo que me llevo a reflexionar.

Hoy en día vivimos en un mundo que va muy deprisa (ya lo había mencionado) a medida que vamos creciendo cambiamos de hábitos y costumbres ya sea por elección o por obligación, ir cumpliendo la mayoría de edad y con ella tener la presión social de ¿qué estas haciendo con tu vida? ¿Qué has logrado? Y cuando nos auto-evaluamos y vemos que “aquel señor” en menos edad que tu ha logrado muchísimas cosas y tú qué?! Aunque no seas una persona que se compara con otras (no es correcto) es algo que influye, la sociedad hace que así sea.

Luchar por lo que queremos nos lleva a querer ir a millón, tomamos horas extras en el trabajo (para ahorrar dinero u obtener una meta)  más horas de clases en el semestre (para avanzar  y terminar más rápido) nada de esto es malo, al contrario nos ayudan a realizarnos como personas, la autorrealización es muy importante para la felicidad integra de cada ser humano,  Maslow en su propuesta psicológica de  «Las jerarquías de las necesidades humanas»  lo llama “motivación de crecimiento”  “necesidad de ser” y autorrealización. Esta es la necesidad psicológica mas elevada del ser humano, se halla en la cima de las jerarquías.

Definitivamente el trabajo y el esfuerzo son parte integral e importante de nuestras vidas, pero que pasa cuando damos pausa a todo aquello que nos da felicidad, porque “así te lo exige esa etapa de tu vida” volverse un ser gris y no saber ya disfrutar los pequeños detalles de la vida porque estamos tan envueltos en el trabajo y la autorrealización que se nos olvida vivir es lo que llamo “Síndrome de la adultez” es mi teoría por lo que he podido observar (soy muy observadora) en la conducta de personas que me rodean.

Estuve conversando con algunos amigos y la pregunta fue la siguiente: ¿Qué cosas has dejado de hacer que te brindaban felicidad pero que por los compromisos del diario vivir hoy lo ves como en un verbo pasado? Esos “cuando tenía más tiempo…”

Bien, daré mi propio testimonio: hace algún tiempo practicaba ballet y es de esas cosas que tus padres te dicen “para que estudias eso, no es algo serio” a lo que yo respondía “porque me gusta y me hace feliz”  pero ya por mi carrera tan absorbente no puedo practicar.

Otros amigos mencionaron que había dejado de practicar Basquetbol, habían reducido la salida con amigos, disfrutar de series, sacrificar su sueño y la lista es interminable… Ciertamente nuestros sueños valen todos estos sacrificios, pero no olvidemos que no tenemos otra vida por disfrutar y no dejar que el síndrome de adulto nos enferme. Leí este post y me pareció interesante compartirlo con ustedes.

Ser adulto

Tengo 25 años. Hace un par de siglos llegabas a “la edad” a los 16, pero la industrialización y la necesidad de tener trabajadores educados en vez de fuertes hizo que el número aumentara a 18.

Mi edad no me hace sentir adulto. “Adulto” para mi eran mis padres, mis profesores o en general la gente con la que no tenía nada en común. Ellos me aceptaron en el club hace años, pero siento que no pertenezco.

Compras un auto, rentas un apartamento, pagas impuestos, pagas cuentas, contratas gente, pagas sueldos, recibes cheques, sabes qué es un cheque y cómo llenarlo, limpias voluntariamente los platos, negocias con gente del doble de tu edad, gente del doble de tu edad te pide cosas, planeas una vida con alguien. Y aun así, no siento que lo sea.

Mi auto es un juguete caro. Mi apartamento una base de operaciones. Mi empresa un reto divertido para jugar todo el día, no un empleo para mantener una familia. El dinero es los puntos que te permiten ganar el juego, no el fin por el que trabajas. La linea que separa los hobbies del trabajo no existe. Como dice XKCD, mi cerebro dejó de crecer hace muchos años y he estado fingiendo desde entonces.

¿Qué es ser adulto si me sigo sintiendo niño? ¿Tener un hijo? ¿Mantenerlo? ¿Endeudarme? ¿Crear una familia? ¿Crear una empresa? ¿Otra empresa? ¿Viajar más? ¿Viajar menos y establecerme?

Quizás un día descubran que nunca crecí y me pondrán bajo supervisión adulta responsable. Así tal vez me sienta seguro de seguir jugando, como lo he hecho hasta hoy.

Extraído de:  http://freddyvega.com/ser-adulto/ 

Estas son algunas de las cosas que a mí me hacen feliz y que no me hacen sacrificar el trabajo por mis sueños:

• Descubrir el amor de Dios en mi diario vivir
• Aquel te extraño de saludo y ese te amo de despedida cuando no lo esperaba
• Buscar lo extraordinario de las cosas, esos detalles que están ahí esperando a ser descubiertos.
• Sentir el olor a suavizante en mis sabanas recién lavadas y suavecitas.
• Tomar una taza de café
• Viajar en carretera por antojo
• Bailar con mi papa
• Ver a mi pedacito de cielo Anny sonreírme y abrirme los brazos para que la cargue.
• Robarle un beso a mi mama
• Cantar sintiéndome una Andrea bocelli (cuando me dicen que haga silencio es como si dijeran “más alto por favor”
• Sonreír sola en la calle motivada por algún recuerdo y escuchar a alguien decir “algo hizo ella, mira como sonríe”
• Comer
• Pasar una materia que creía “difícil” (ja! ¿Quién no?! )
• Comprar zapatos
• Esos abrazos y besos que sin permiso te sacan sonrisas (seguro recordaste a alguien)

¿Y a ti que te hace feliz?

«Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.» 1 Juan 1:4